"Ríos salados".

Siempre que pensamos en "agua dulce", pensamos en ríos, lagos, esteros, vertientes...y damos por hecho que el agua salada está en los mares!

Si alguien habla sobre la salinización de los ríos, nos provoca incredulidad, pero ya es tiempo de ir poniendo atención y entender que esto puede tener un origen natural, debido a la geología del terreno o a la climatología, o el origen puede ser antropogénico; es decir, debido a vertidos domésticos o a vertidos industriales como por ejemplo los causados por la actividad minera, o bien por residuos agrícolas y ganaderos.

Este exceso de sal a causa de la actividad humana, es un factor que condiciona la supervivencia de organismos y comunidades, la biodiversidad y el equilibrio ecológico de todo el sistema, y además genera efectos de carácter económico e incluso problemas de salud pública.

Esto sucede en muchas regiones del mundo, aún cuando es un problema bastante desconocido y no hay conciencia de la gravedad del problema.

Hay que pensar que los efectos del cambio climático harán que por ejemplo en la zona mediterránea disminuirán las precipitaciones, aumentarán la población y el consumo de agua, y esto hará que aumente la salinidad de los ríos.

Por ejemplo en Australia, en Europa, etc, el exceso de sal afecta la potabilización del agua pues obliga a usar nuevas tecnologías como la ósmosis inversa, pero además, el uso de cloro produce muchos otros compuestos como los boratos, cloratos, trihalometanos, etc que pueden ser tóxicos para el medioambiente y la salud.

Es hora de ir pensando  en soluciones.