Espantoso exterminio.

Hace 15 años, decidí estudiar piano, para cumplir un gran deseo que tenía desde niña…Para eso, tenía que comprarme un piano vertical, y encontré uno con las teclas bien blancas…y ahí supe que había sido reparadas; en realidad, todas las cubiertas que antes eran de marfil, fueron cambiadas por plástico, y desde 1950 ya no se usa el marfil!!

Yo me dije: ¡fantástico! La verdad es que yo, para tocar piano, no necesito matar un elefante!

¿Cómo convencer a la gente, que sería bueno que rechazaran objetos y adornos de marfil?

Un colmillo de elefante, es un incisivo superior y no un canino.

Recuerdo haber visto pistolas cuya cacha era de un diente de elefante…bolas de billar, de marfil…adornos, como elefantes…¡de marfil! Aros…¡de marfil!

Leí en un artículo de una revista, que se mata unos 25000 elefantes al año, y nada más que para quitarle sus colmillos! ¡increíble!

Este es un negocio que mueve tanto dinero, que las mafias de cazadores furtivos aniquilan manadas con granadas y AK-47. Y como China compró en 2008 casi 70 toneladas de marfil africano, 

legalmente, eso desató el contrabando y las matanzas.

Muchos colmillos van a parar a Filipinas, porque allí hay católicos aficionados a los santos de marfil, y es curioso que el Vaticano firmó acuerdos sobre tráfico de drogas, terrorismo y crimen organizado, pero no lo ha hecho para vedar el marfil. Imaginemos que un católico compra un crucifijo de marfil…y luego lo bendecirá un sacerdote del Vaticano?

El año pasado Michel Sleiman, presidente del Líbano, obsequió un incensario de marfil y oro al Papa Benedicto XVI y en 2007, la mandataria filipina Gloria Macapagal Arroyo entregó un Santo Niño de marfil a Benedicto.

Para introducir marfil en EEUU, son innumerables las estrategias para hacer este contrabando. Por ejemplo, se hacen estatuillas de resina y se mezclan con las de marfil, o bien, se envuelve en ropa muy sucia.

En Filipinas, Tailandia, China, África, se comercia el marfil.

En China el gobierno ha otorgado licencias a por lo menos 35 fábricas de tallado y 130 puntos de venta detallistas, e incluso en la Universidad de Tecnología de Pekín se fomenta la escultura en marfil.

Se habla de que en 2011, los cazadores ilegales por lo menos mataron 25000 elefantes africanos, pero se incautaron alrededor de 31.5 toneladas de marfil ilegal en todo el mundo, y según Interpol el contrabando confiscado es igual al 10% del contrabando real, y resulta que cada elefante aporta 10 kilos de marfil, por lo que el volumen decomisado equivale a 31.500 elefantes, y las cifras aumentan dramáticamente.

Resulta increíble que se usen redes sociales como Flickr y Facebook para que coleccionistas y traficantes pongan fotos de marfiles a la venta.

El uso de amuletos y talismanes para atraer la suerte y como protección contra el mal y la magia negra en Tailandia, es enorme. Es cosa de ver cómo en los taxis cuelga desde el espejo retrovisor un amuleto…incluso el Ejército reparte talismanes entre los soldados fronterizos para protegerlos de la magia negra camboyana.

En Tailandia hay una pequeña población natural de elefantes, que es una especie que está en peligro de extinción , pero se permite vender puntas de colmillos de elefantes vivos domesticados, y los colmillos de aquellos que han fallecido por causas naturales…y de esto se han aprovechado traficantes internacionales que contrabandean marfil africano y lo mezclan con el asiático.

Y como si esto fuera poco, la corrupción se enseñoreó y es así como desapareció de aduana 1 tonelada de marfil confiscado, y también se “han perdido” varias toneladas de marfil decomisado, y cuando se entregó al departamento de vida silvestre, pronto descubrieron que fueron sustituidos por colmillos de plástico!

Y no nos olvidemos del papel del motivo religioso que interviene en el tráfico de marfil, porque le quita importancia a este gran crimen contra una especie en extinción.

China es el peor villano en el contrabando de marfil. Hay 12 talladores. Tallan en “agradecimiento al obsequio de estos paquidermos” porque el gobierno les proporciona el marfil que procede supuestamente de animales que murieron por causas naturales, pero el gobierno ha otorgado licencias a al menos 35 fábricas de tallado y 130 puntos de venta al detalle, e incluso más: en la Universidad de Tecnología de Pekín, se fomenta la escultura en marfil!

En 1989, el presidente George Bush prohibió la importación de marfil, Kenia quemó las 12 toneladas que tenían, y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) anunció una veda global, pero no todos obedecieron la prohibición. 

Zimbabue, Botsuana, Namibia, Zambia y Malawi argumentaron que sus poblaciones de elefantes podrían sostener el comercio.

En 1997, CITES convocó a reunión en Zimbabue y el presidente Robert Mugabe declaró que “los paquidermos ocupaban mucho espacio y bebían mucho agua, así que debían pagar su alojamiento y sustento con colmillos”. Zimbabue, Botsuana y Namibia propusieron acatar la veda siempre que pudieran vender el marfil de los elefantes muertos por causas naturales, y CITES aceptó que estas 3 naciones vendieran su marfil a Japón. En 1999, Japón compró 55 toneladas de marfil por 5 millones de dólares, y de inmediato pidieron más, lo mismo que China.

Últimamente, los cazadores furtivos de Kenia y Tanzania, en vez de usar balas (que alertarían a los guardias), usan sandías envenenadas, y se cree que durante 2011 murieron por lo menos 25000 elefantes africanos, y el 2012 se incautaron unas 31 toneladas de marfil ilegal,(se considera que esto es apenas el 10% del contrabando real), es decir, unos 31000 elefantes muertos!

Si el decomiso aumenta de un año a otro, es porque el contrabando ha aumentado, pero no se identifica a los responsables.