viernes, 16 de enero de 2015

"¡Y estaba ahí!"



Siempre hablamos de lo “parecido” que es Marte a la Tierra…¿En qué se parecen?

Marte tiene un diámetro de 6.794,4 kilómetros, y la Tierra uno de 12.700 kilómetros.  La gravedad de Marte, es de 3,711 m/s2 y la nuestra es de 9,8 m/s2.

En cuanto a la órbita alrededor del Sol, es decir a cuánto dura el “año”, en la Tierra equivale a 365 días y en Marte es de 687 días terrestres.

Para que nos hagamos una idea, nuestra Luna tiene un diámetro de 3.474 kilómetros, es decir la mitad del diámetro de Marte , y una gravedad de 1,62 m/s2.


En el S XIX , Charles Darwin viajó a bordo del Beagle para realizar una expedición científica alrededor del mundo, “nuestro mundo”, y durante 5 años registró con detalles sus experiencias y observaciones sobre geología y biología de los lugares que visitó, y por eso los ingleses construyeron la sonda Beagle 2 para buscar signos de vida en nuestro vecino planeta Marte, además determinar la composición química y geológica, y también estudiar el clima marciano.

Esta sonda fue enviada en junio de 2003, y en diciembre llegó, pero algo pasó, que no hubo contacto alguno y luego de muchos intentos, nunca hubo una confirmación de aterrizaje sobre la superficie marciana.

Ahora resulta que la NASA ha encontrado al Beagle 2 y ocurre que se ha desvelado el misterio, pues se pensaba que se había hecho añicos al descender en Marte hace once años, pero en realidad el aparato aterrizó bien, pero quedó incomunicado por un fallo técnico porque esos paneles solares, al desplegarse completamente, dejarían expuesta una antena de telecomunicaciones, y como los paneles se desplegaron a medias, la antena quedó tapada y la sonda nunca se pudo comunicar con la Tierra.

Durante años, se analizaron imágenes marcianas sin encontrar al Beagle 2, y ahora sí ocurrió!  Está a unos 6 kilómetros del lugar previsto para el aterrizaje, y como el aparato es muy pequeño, apenas de unos 2 metros con sus paneles desplegados, está al límite de lo detectable y el esfuerzo ha sido extraordinario y ha servido para saber que esa pequeña nave sí se posó con éxito luego de llevarse a cabo la secuencia de entrada, descenso y aterrizaje.

Lo que no es posible, es “resucitarla”, dado que los paneles no se desplegaron completamente para captar energía, y usar esa antena que quedó bajo ellos.

Una lástima que el profesor Colin Pillinger de la Open University, que lideró el proyecto, no haya podido disfrutar de esta noticia, pues falleció en mayo de 2014.

Fuente: latercera.com
               Wikipedia.org
               elpais.com
               museosvivos.educar


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