sábado, 20 de septiembre de 2014

Radiación.

11 de marzo de 2011...día fatal para los japoneses. La Tierra tembló demasiado fuerte y a pesar de todos los ensayos para afrontar un terremoto; a pesar de las construcciones antisísmicas, de haber diseñado e instalado defensas antitsunamis, no hubo nada capaz de atajar olas de 13 metros con gran fuerza que penetraron hasta 40 kilómetros en algunas partes del noreste del país de los cerezos en flor.

Japón cuenta con 54 plantas de energía nuclear, todas construidas de acuerdo a exigencias acordes para aguantar un terremoto de 7,5º Richter, que se esperaba ocurriera en cualquier momento, pero el 11 de marzo ocurrió algo que nadie esperaba: un terremoto 9º Richter, seguido por 7 tsunamis que arrasaron con todo cuanto encontraron a su paso...por ejemplo, la planta nuclear de Fukushima a 240 kilómetros de Tokio que tiene 6 reactores, y las olas hicieron desaparecer los sistemas eléctricos indispensables para la refrigeración.

Ya al día siguiente una explosión hizo estallar el techo de un reactor, y situó en nivel 4 en escala de 1 a 7, el nivel del accidente, pues comenzó a filtrarse radiación.

Hubo que evacuar a todos los habitantes en un radio de 10 kilómetros, luego se amplió a 20, y ahora incluso se aconseja ampliar la zona de seguridad con el objetivo de evitar que las personas inhalen partículas radiactivas.

Las consecuencias para la salud, de estas fugas, van a depender de la intensidad y de la duración de las exposiciones, aunque ya se han contaminado plantas y animales con el resultado de que estas partículas se introdujeron en la cadena alimentaria  con el riesgo de que esta contaminación llegue a regiones muy alejadas de la zona misma del accidente nuclear.

Ya los responsables de la seguridad alimentaria han detectado partículas de yodo radiactivo en el agua potable en Tokio y otras ciudades japonesas, situadas a cientos de kilómetros de las centrales afectadas. También se detectó radiación en alimentos como la leche y verduras, y aunque las autoridades japonesas hablan de que "no hay riesgos inmediatos para la salud", laOMS dice que son niveles "muy preocupantes" y mucho más serios que los reconocidos hasta ahora.
Llegando a este punto...tenemos que pensar en que estamos siempre expuestos a una continua radiación y que esta procede de diferentes fuentes, tanto naturales como artificiales, pero la cantidad que puede recibir nuestro  cuerpo debe ser la máxima para no producir daño.

El 70% de la radiación que recibimos, es de origen natural y proviene de una fuente externa  como los rayos cósmicos, los rayos gamma, y de una fuente interna como los alimentos, la bebida o el propio hábitat.

En las fuentes artificiales a considerar, tenemos los viajes en avión, los usos médicos, la industria y los accidentes nucleares, y en este último grupo tenemos la contaminación en el aire, el suelo, el agua y los seres vivos, y persiste en el medioambiente por muchos años...y por ejemplo tenemos el accidente de Chernóbil de hace 25 años, en que las autoridades sanitarias  europeas advierten que ciertos elementos radiactivos (Cesio 134,137) pueden permanecer en algunos alimentos silvestres como setas, bayas, animales de caza y peces carnívoros de agua dulce, y por eso recomienda su control.

Por lo que hemos leído sobre lo ocurrido en Japón, a la población se le prescribió pastillas de yodo potásico para evitar que el yodo radiactivo se introduzca en la glándula tiroides y la afecte negativamente, pero esto no evita que el yodo radiactivo llegue y dañe a otras partes del cuerpo, y tampoco revierte los daños ya causados a la tiroides por yodo radiactivo ni los ya originados en otros órganos. Y por último, tampoco protege de los efectos causados por otros elementos radiactivos que no sean yodo. Es por esto que resulta  inútil intentar protegerse  sin una recomendación médica , porque además con su ingestión  puede desencadenarse una alergia y serios efectos secundarios.

El Yodo 131 se absorbe rápidamente y se deposita en la tiroides, emite radiaciones beta y gamma de baja energía y tiene una vida media de 8 días. Provoca cáncer de tiroides.

El Cesio 137 es un análogo metabólico del potasio, que se absorbe rápidamente y se distribuye por todos los tejidos del cuerpo. Es un emisor energético de radiaciones beta y gamma, con una vida media de 30 años. Causa la muerte por fallo de la médula ósea. El Cesio 137 es un producto abundante en las explosiones nucleares y en los residuos de las plantas atómicas y se encuentra en la lluvia radiactiva.

El Cerio 144 se absorbe por vía digestiva (poca cantidad) y por inhalación (mayor toxicidad). La vida media efectiva del Cerio en el pulmón se determina en días o semanas, y la mayor parte del elemento se traslada al hígado (47%) y al esqueleto (37%). Ambas exposiciones, sean moderadas o intensas pueden ser fatales y producir neumonitis, necrosis hepática o aplasia medular.

El Uranio tiene una vida media de 2,5 a 4.500 millones de años, según si es 238, 235 o 234. Las formas solubles son neurotóxicas, y las insolubles causan fibrosis pulmonar y neoplasias.

El Plutonio, es usado como combustible nuclear en los reactores y generadores atómicos, y para producir energía eléctrica en el espacio.  Su vida media es de 82 millones de años, y cuando se inhala se retiene en el hígado y esqueleto causando lesiones pulmonares, hepáticas y neoplasias.
Vida media de una muestra  radiactiva es el tiempo que requiere para que la mitad de los núcleos de la muestra de un isótopo radiactivo se desintegre.


Fuente: Boletines consumer
               Manual de medicina de urgencia  (Jenkins y Braen)

1 comentario:

gabriela dijo...

Jo dijo

Como tengamos que esperar 82 millones de años para librarnos del plutonio que se nos haya metido en los huesos...

16 Abril 2011 | 06:42 AM
charlitox
charlitox dijo

Qué horror, Gabriela!!!
Espero que no sea tan grave como parece...

Muchos besos

17 Abril 2011 | 07:30 PM
gabriela
gabriela dijo

Amigos, todos "queremos" escuchar decir que esto no es grave, pero la verdad es que yo no les creo a las autoridades japonesas cuando minimizan el problema.
Recién estaba leyendo que algunos países ya han puesto ojo en sus importaciones provenientes de Japón y hablan de medir la radiación de las mercancías, y Japón les promete que no mandarán nada contaminado...
Como esto no es "cualquier cosa", tampoco es algo puntual, pienso que necesariamente, si queremos importar...tenemos que medir nosotros mismos.
No vaya a ser que nos empiecen a llegar mercaderías muy baratas....

18 Abril 2011 | 12:31 AM
nofler
nofler dijo

excelente aportación Gabriela, como siempre nos mantienes informados debidamente, como deberían hacer los propios medios de comunicación y los gobiernos.

Gracias por esta información tan valiosa.

Cuando nofler hizo el artículo de comprar pescado ya que vienen de los mares de Japón, es muy serio esto, vamos a comer sin darnos cuenta todo el mundo peces contaminados por la radiaciónd e Japón y las desaladoras que potabilizan el agua del mar....peligro grave.....

Utrella!!!

18 Abril 2011 | 09:20 AM