DINOSAURIOS.

Cuando vi Jurasic Park, o al ver la propaganda de películas  antiguas con monstruos que corrían con movimientos eléctricos persiguiendo a los protagonistas, yo me revolvía inquieta en el asiento pensando "¿y cómo fue que no lo hicieron mejor? ¿Cómo se les ocurre que un monstruo de ese tamaño va a correr y saltar con esa agilidad?"  Tan mal hechos los encontraba, que era imposible sentir miedo ante monos tan ridículos.  Hace unos años, vi la serie "Caminando con dinosaurios", y nuevamente me pasó lo mismo. Sentí algo parecido a la rabia ante el desperdicio de tanta tecnología, pues cada animalito costó una barbaridad, otro tanto costó la parte computacional, y sin embargo, también parecían monos con un ataque de epilepsia.

Bueno, yo mientras observaba estos monstruos de mentira, pensaba en el tamaño, en el peso, y en cuánta agilidad tendrían en realidad, porque me parece imposible que un animal de esa envergadura sea capaz de pararse en dos patas, estirar el cuello largísimo para comer ramas, y luego bajar y golpear esas patas en el suelo, aguantando varias toneladas...No es lo mismo que un ratón  salte desde cierta altura  , a que lo haga un animal mayor.

 Pensé  en el tamaño de una jirafa de unos 6 metros de altura y en cuánto le cuesta  agacharse a tomar agua, que tiene que abrir las patas para no perder el equilibrio, y en el gran problema que le significa levantar la cabeza de nuevo, ya que el pobre corazón debe elevar la sangre contra la gravedad. Relacioné esto  con un barosaurio cuyo cuello medía 10 metros; al estirar ese cuello para comer ramas,¿qué presión necesitaría?¿ ese corazón lo soportaría?

Ahora, el animal terrestre viviente más grande es el elefante africano, que pesa unas 5 toneladas y mide 6-7 metros incluyendo la trompa, y al lado de un dinosaurio mediano, se vería como un enano. Durante mucho tiempo se consideró al Tiranosaurio rex como el dinosaurio carnívoro más grande, midiendo unos 15 metros y con un peso de 7 toneladas, pero en 1995, el paleontólogo argentino Rodolfo Coria, nos describió al Gigantosaurus carolini, un depredador más grande todavía que el Tiranosaurus.

El Braquiosauro pesaba 80 toneladas, y Coria  cree que el Argentinosaurus podría haber pesado más de 100 toneladas.

A la luz de estos descubrimientos, viene la pregunta ineludible: ¿existe un límite de tamaño para un animal terrestre?

Vamos a pensar en esta posibilidad, y animo a mis visitas a que propongan teorías.