Space X y
NASA: ambas empresas han dicho que piensan enviar humanos a Marte, unos antes
que otros, pero no se trata sólo de meter media docena de personas a una nave,
hacerlas despegar y enfilar rumbo a ese
planeta, sino que primero hay que tener un propósito definido, como ¿Qué harán,
una vez que desciendan exitosamente en el planeta rojo?¿Habremos enviado antes unos robots con la misión de construir
un hábitat?¿Qué condiciones debe cumplir esa construcción?¿De qué material será
hecha?¿Habrá que construir un lugar para vivir, otro para producir alimentos,
otro para producir agua, etc?
¿Cuántos viajes
habría que hacer, llevando materiales desde Tierra? ¿acaso se podrían producir
las piezas de encaje, como un lego, en una impresora 3D?
Marte no
está “a la vuelta de la esquina”, y por eso es que un viaje tiene muchos
peligros y complicaciones, más aún si va con astronautas a bordo, ya que el planeta
está a unos 55 millones de Km, y más o menos cada 2 años se produce un buen
momento para ir dada la traslación de ambos planetas alrededor del Sol, por lo
que los astronautas pasarían unos 500 días en Marte, antes de poder regresar.
Esto, nos hace pensar en las habilidades necesarias de las personas que hagan
este viaje; habilidades para soportar un largo encierro a millones de
kilómetros de su familia, amigos, paisajes, comidas, costumbres, clima, etc, y
el convivir durante tanto tiempo con pocas personas y en espacio reducido,
recibir órdenes, no poder cambiar de lugar de residencia, no poder regresar a
la Tierra cuando lo desee, y todo esto, en el mejor de los casos, con buena
salud…
Hasta ahora,
los astronautas han estado siempre algo protegidos por el campo magnético
terrestre al permanecer en la estación espacial, pero en un viaje a Marte serán
vulnerables a la radiación de las erupciones solares y los rayos cósmicos que
pueden dañar el ADN y las células cerebrales, por lo que los astronautas, luego
del largo viaje, podrían llegar a Marte algo más lerdos, con visión borrosa, y
más encima con sus huesos frágiles.
Recuerdo
cuando Scott Kelly regresó a la Tierra luego de pasar 340 días en la estación
espacial, porque lo vi en directo desde mi notebook, cuando aterrizó junto a
Korniyenko en las estepas de Kazajstán y fueron a sacarlos de la cápsula en
andas porque sus músculos y huesos eran débiles y era peligroso un tropiezo que
les significara una fractura…Es difícil volver a sentir la gravedad, porque además,
apenas podían respirar ya que luego de un año de vivir la ingravidez, sus
pulmones y sus músculos pectorales estaban débiles. Había unas cómodas butacas
esperándolos, y frazadas para que soportaran el frío viento del lugar.
Estando en
la estación espacial, con gravedad mínima, sus cuerpos sufren varios cambios
como caras hinchadas, al fallar el drenaje de los líquidos, y una disfunción
visual grave, pues los ojos ya no forman la imagen en el lugar correcto, por lo
mismo de la distribución del agua, ya que el globo ocular cambia de forma.
Aún haciendo
ejercicios vigorosos a diario, los huesos van perdiendo un 1% de masa ósea al
mes, y en un viaje a Marte sería peor el problema, porque el equipo que se
utiliza en la estación espacial es demasiado pesado para acarrearlo a Marte.
Para tener
agua potable, se filtra y purifica la orina y el sudor, pero esos filtros se
pueden obstruir con calcio de los huesos de los astronautas, o el agua se puede
contaminar con microbios. En cuanto al aire, hay que eliminar el CO2 y esos
filtros y los del agua, pueden echarse a perder; pueden fallar lo mismo que
cualquier otro aparato de la nave…y ya no estarán cerca, como para enviar los
repuestos desde la Tierra. Una nave espacial con destino a Marte, sólo tendría
los repuestos que pudiera llevar desde iniciado el viaje.
Y por si
todo esto fuera poco, saliendo desde la Tierra, tendrían que decirle adiós a
una buena ducha, y recurrir a lavarse con un paño húmedo; además, con la
ausencia de gravedad cambian muchas cosas, como tener que usar inodoros de
succión…
En la Tierra
hay varios lugares donde se entrena a los astronautas a vivir el encierro la incomunicación, aunque no es posible
simular la gravedad cero, pero para simular una caminata espacial, por ejemplo,
usan un visor de realidad virtual.
En Marte, ya
la cosa es muy diferente, pues el ambiente es hostil y despiadado, hay una
atmósfera enrarecida que protege en parte de la radiación, pero no de los rayos
cósmicos, y además, hay que proveerlos
de agua y oxígeno utilizando los escasos recursos locales. También es
probable que se utilicen elementos del suelo marciano para crear materiales de
construcción que hagan posible construir espacios vitales más amplios para que
los astronautas puedan desarrollar más actividades de investigación pero
también de recreación, que les hagan más agradables sus días de permanencia tan
lejos del verdor terrestre.
Aún no se empieza
con esta aventura, y ya hay quienes sueñan con “terraformar” Marte, para que
tengamos un planeta de repuesto, en vista de que hemos tratado tan mal a nuestra
casa. Sueñan con llevar grandes colonias de terrícolas y armar allá una nueva
civilización, pero para eso, falta que lleguemos a otro siglo…¿el XXII?¿o el XXIII?
Fuente:
National Geographic
foto de google
No hay comentarios:
Publicar un comentario