El tema de
moda, últimamente, es la CORRUPCIÓN…El problema está en saber distinguir, en
ser prudente, y en no meter a todo el mundo en el mismo saco, porque basta que
se destape un problema, para que alguien hable sobre las sospechas, el
siguiente ya hable y comente sobre certezas y es como una bola de nieve…cada
momento más grande.
Transparencia
Internacional define CORRUPCIÓN como “el abuso del poder encomendado para
beneficio propio”. ¿Y a quienes perjudica esta actitud? Perjudica a todos
quienes dependen de la honradez de aquellos que ocupan un puesto de autoridad ,
y esto es tan grave, que los científicos han estado investigando si este
comportamiento antisocial viene en los genes de las personas.
En el
hemisferio cerebral izquierdo, hay una zona que se activa notoriamente en las
personas que tienen más tendencias a aceptar sobornos o a robar dinero.
¿Qué cómo lo
hicieron?
Con una
resonancia magnética, mientras se monitoreaba su actividad cerebral, se le
tentó con dinero, y se vio que cuando el voluntario recibía el dinero se
iluminaba esa área, y mientras mayor era la cantidad, más se iluminaba! Pero
también se observó que la mayoría actuaba con honestidad y se producía una
excitación fisiológica mayor en los que tomaban la decisión de actuar
honradamente.
En otro
estudio , publicado en Nature, se concluye que las personas se alejan de los
corruptos, y se ve que científicos, empleados cualificados, abandonan las
naciones corruptas, donde se exigen sobornos por parte de funcionarios, y al
final en esos países hay falta de buenos trabajadores.
Lo que llama
la atención, es que algunas sociedades NO castigan la corrupción, aunque nos
perjudique enormemente, y una de las causas de la persistencia de la corrupción
es precisamente que a la hora de practicar la democracia e ir a votar, las
personas pasan por alto la mala conducta de aquellos representantes que
incurrieron en actos delictivos o poco éticos.
¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué no castigamos estas actitudes contrarias a la ética, a la honradez y el respeto del prójimo?
¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué no castigamos estas actitudes contrarias a la ética, a la honradez y el respeto del prójimo?
Eso es aún
un misterio para los científicos.
Fuente:
quo.es
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