En mis últimas
lecturas sobre el tema, hay buenas noticias, y cosas inquietantes también…
Por ejemplo,
hay preocupación desde el área de la Salud,
por fiscalizar los lugares en que se realiza la actividad y ver temas como la
esterilización de instrumentos usados, instalaciones con agua corriente, uso de
mascarillas, guantes de látex, vacunas del operador, etc.
Pero hay
otro tema respecto a las tintas, que ya investigué hace un tiempo y puedes leer
aquí , pues es la materia prima del tatuaje y no
sólo debe preocuparnos los colores sino el tipo de tinta en función a su
composición. Se trata de una tinta permanente, aunque ya están saliendo algunas
de corta duración; es decir, se van borrando lentamente.
Según la
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, las tintas que vayan a
utilizarse en una sesión deberán
colocarse en recipientes estériles, de un solo uso y desecharse posteriormente.
En Chile,
según el Reglamento de Tatuajes y prácticas similares del año 2003, sólo se preocupa del aspecto
sanitario y habla de “asepsia”, pero no de composición química de las tintas.
En su artículo 9º habla de “colorantes permitidos en productos farmacéuticos
vigente “; es decir, hay una confusión que muestra la ignorancia de quienes
redactaron este reglamento, porque esos colorantes son los alimentarios, y las
tintas para tatuaje no se venden en farmacias.
En EEUU se
han realizado diversos estudios en cuanto a la composición de las tintas para
tatuajes y según la FDA, son muchos los pigmentos con compuestos químicos
nocivos . Incluso en California hay obligación de informar al cliente que las
tintas a usar contienen metales tóxicos
que pueden provocar cáncer, defectos de
nacimiento y otros daños reproductivos.
La tinta
lleva dos componentes: un pigmento que le da el color, y una solución portadora
de todos estos componentes, que puede ser:
alcohol etílico, agua purificada, Listerine, propilenglicol y glicerina.
En cuanto a
los metales utilizados para cada pigmento pueden ser:
- -Mercurio
(rojo)
- -Plomo
(amarillo, verde, blanco)
- -Cadmio
(rojo, naranja, amarillo)
- -Níquel
(negro)
- -Zinc
(amarillo, blanco)
- -Cromo
(verde, azul cobalto)
- -Aluminio
(verde, violeta)
- -Titanio
(blanco)
- -Cobre
(azul, verde)
- -Hierro
(marrón, rojo, negro)
- -Bario
(blanco)
En cuanto a
los óxidos metálicos utilizados, incluyen ferrocianuro y ferricianuro (amarillo, rojo, verde, azul). También se
utiliza hollín (negro), derivados de la naftalina (rojo) y otros como antimonio,
arsénico, berilio, calcio, litio, selenio y azufre.
En cuanto a
las reacciones alérgicas, cuidado con algunos componentes como el Fenol,
Titanio, óxido de Zinc, derivados del mercurio, aluminato de cobalto, óxido de
cromo, manganeso, óxido de hierro o sulfuro de cadmio.
Con toda
esta información, lo mínimo será leer y analizar las etiquetas de las tintas
que se usarán.
Lo que hay
que evitar, son las tintas fluorescentes, pues contienen fósforo (daño renal y
osteoporosis). Son tintas que no se ven
con la luz, y se hacen visibles en la oscuridad. También hay que evitar las tintas
ultravioleta, pues son mucho más agresivas que las comunes, producen alergias y
cicatrices.